La sostenibilidad no es un “extra opcional” en el plan de negocio de una organización: debe ser fundamental. Los dosificadores de tinta y el software dedicado contribuyen a una economía circular, que logra sus objetivos medioambientales y financieros…
¿Cómo satisfacer las necesidades de la generación actual sin comprometer las necesidades del futuro, y lograr un equilibrio entre el cuidado del medio ambiente, la viabilidad económica y el bienestar social? Este es el reto de la “sostenibilidad” y, para cualquier empresa, esta cuestión debe guiar la toma de decisiones a todos los niveles, desde la estrategia hasta la producción, pasando por la elección de los viajes de negocios.
No cabe duda de que los propietarios de marcas esperan que sus proveedores de envases sitúen la sostenibilidad en el centro de su estrategia, como condición previa para futuros negocios. Podría decirse que esto no sólo se debe a la presión de unos consumidores cada vez más concienciados con el medio ambiente. La relación entre el consumo excesivo de recursos en el mundo y los efectos cada vez más devastadores del cambio climático está ampliamente reconocida, y los propietarios de marcas han tomado la delantera, fijando objetivos elevados de uso de contenido reciclado en los envases y examinando de cerca el comportamiento medioambiental de sus proveedores.
Para hacer frente al consumo excesivo, los agentes de la cadena de envasado están pasando a una economía circular. En ella, los recursos se utilizan de forma más eficiente y se mantienen en la cadena de producción durante el mayor tiempo posible mediante un uso y una reutilización optimizados, aportando valor a la economía y minimizando el daño al medio ambiente.
The Circularity Ladder
La escalera de la circularidad -o “escalera R”- describe las seis estrategias para reducir el uso de recursos vírgenes. Ideadas por la Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos (PBL), una agencia gubernamental holandesa, son las siguientes:
- R1: Rechazar y repensar–renunciar a ciertos productos, o reutilizarlos más intensamente compartiéndolos mediante la multifuncionalidad.
- R2: Reutilizar: prolongar la vida útil del producto utilizándolo de nuevo.
- R3: Reducir – fabricar productos de forma más eficiente, o hacer que su uso sea más eficiente.
- R4: Reparación y reacondicionamiento – prolongue la vida útil de los productos manteniendo los equipos y las máquinas en un nivel de rendimiento óptimo y adaptándolos a las nuevas normas
- R5: Reciclar – cuanto más se procesen y reutilicen los recursos, menos habrá que extraer materiales vírgenes, lo que, según un estudio de la Asociación de Recicladores de Plástico, tiene una huella de carbono mucho mayor que el uso de materiales reciclados.
- R6: Recuperar – recuperar energía y materiales para su reutilización. Por ejemplo, los desperdicios de plástico pueden recuperarse para la fabricación de ladrillos en la construcción.
La logística de la tinta en la economía circular
Tres de estas estrategias pueden utilizarse para hacer que sus procesos relacionados con la tinta sean más sostenibles, lo que supone un ahorro sustancial y un aumento de su rendimiento medioambiental en el proceso. Se trata de Reducir, Reutilizar y Reciclar.
La clave para aplicar estas estrategias es la automatización: el uso de un dosificador de tinta gravimétrico y de un software específico para preparar los colores y gestionar los procesos relacionados con la tinta aporta una calidad predecible y repetible, sin utilizar más tinta, materiales u otros recursos que los necesarios para satisfacer las expectativas del cliente. Al eliminar las numerosas formas de desperdicio, reduce potencialmente el consumo de tinta hasta en un 30%, lo que le permite mejorar su historial medioambiental y también sus resultados financieros.
Reducir el consumo:
El uso de un dosificador de tinta para mezclar automáticamente los colores le proporciona una calidad de color precisa al primer intento, en la cantidad requerida. Calcula y dosifica los pesos exactos de los ingredientes de la tinta, en un cubo de dosificar, para conseguir la calidad y cantidad precisas para el trabajo.
No es necesario comprar costosas tintas premezcladas ni mezclar cantidades excesivas para evitar que se agoten antes de finalizar la producción. Se pide un número menor de colores de tinta base, en volúmenes mayores, lo que ahorra costes de transporte, almacenamiento y administración. La dosificación es inmediata, “bajo demanda”, lo que supone una ganancia de tiempo de actividad financiera, además de reducir la huella de carbono.
Reutilización y reciclaje:
Al final de una tirada de flexografía o huecograbado, quedan hasta 7 kg de tinta en la máquina. Con un dosificador gravimétrico de tinta, las tintas planas pueden pesarse y reservarse para nuevos trabajos. Hay tres formas de utilizar las tintas devueltas en nuevos trabajos: “reutilización” cuando es para el mismo color, o “reciclaje” cuando se utiliza como parte de una mezcla para un nuevo color, como se indica a continuación:
- Reutilización de la tinta para imprimir el mismo color: no se necesita ningún ingrediente adicional, por lo que no hay que dosificar más. La tinta se vierte directamente en la cámara de la prensa.
- Reciclaje de tintas para mezclar con otros ingredientes: para hacer un color diferente para un trabajo específico
- Reciclaje mediante la agrupación de las tintas devueltas, para hacer un nuevo color base en un barril que alimenta el dosificador de tinta. Esto es ideal para grandes volúmenes de tintas devueltas.
¡Renuncie al solvente y pásese a la tinta al agua: ¡la vida es más fácil!
Ahora existen tintas con base de agua para aplicaciones de envases flexibles. El cambio a estas tintas desde el solvente elimina las emisiones de COV, lo que supone un beneficio para la seguridad y el medio ambiente. La gestión de las tintas con base de agua también es más fácil -y, por tanto, más económica-, ya que no es necesario protegerlas contra las cargas electrostáticas y no es necesario extraer o recuperar los vapores del solvente.
Los dosificadores modulares suavizan el cambio a base de agua
Los dosificadores con diseño modular pueden ampliarse con hasta 32 colores base adicionales para dar cabida a dos series de tinta al mismo tiempo. Esto permite pasar sin problemas de las tintas con base de solvente a las tintas con base de agua, lo que le permite agotar sus existencias sin desperdicio.
Además, el equipo de apoyo de GSE puede asesorar para que los procesos relacionados con la tinta sean lo más eficientes posible, auditando sus formas de trabajo actuales y codiseñando el “estado futuro” óptimo de los procesos.
En resumen, el cambio a la economía circular y medioambientalmente sostenible para los envases flexibles no tiene por qué ser doloroso; al contrario, con la logística de tinta automatizada, ¡los beneficios no tardan en llegar!
Para iniciar su viaje en la logística de la tinta lean, póngase en contacto con nuestro equipo de ventas para una consulta, en el correo electrónico info@gsedispensing.com o en el teléfono +31 575 568 080. Regístrese aquí para recibir actualizaciones periódicas de esta serie de blogs.
