Segundo paso del proceso de compra: analizar su estado actual

Una vez que haya creado los equipos de compra, el siguiente paso es analizar cómo está haciendo las cosas ahora, para identificar las áreas de mejora.

Examine todos sus procesos actuales de gestión y procesamiento de la tinta a través del flujo de trabajo. Varias técnicas “lean” pueden ser útiles para mapear su proceso actual, como el Value Stream Mapping (VSM, el Mapeo del Flujo de Valor), el Manufacturing Critical-path Time (MCT, el Tiempo de ruta Crítica de Fabricación), o los Swimlanes (los Carriles). Coja un rollo de papel marrón, post-its y rotuladores y empiece.

¿Qué problemas está experimentando, como retrasos, errores y desperdicios en su flujo de trabajo? Los Ocho Desperdicios es una gran herramienta para encontrar los problemas en su proceso actual.

Visualiza los temas en tu papel marrón.

Estos son algunos de los problemas comunes relacionados con la tinta que nos hemos encontrado:

  • En un convertidor de etiquetas, el equipo de compras ha identificado la preparación del color como un “cuello de botella”. El especialista en preimpresión de la cocina de tintas mezcla la tinta manualmente, midiendo los colores según una receta de un libro de muestras. Se necesitan algunas adaptaciones para conseguir la precisión del color, porque el especialista utiliza la vista para comparar la mezcla con el color del muestrario. Esto provoca diversos desperdicios:
    • Tiempo de espera: hay un tiempo de inactividad en la máquina de impresión, porque se tarda mucho en conseguir los colores correctos.
    • Sobreproducción: se prepara más color del necesario para evitar que se agote la tinta al imprimir.
    • Rechazos y reprocesos: porque el color no es “correcto a la primera”.
    • Talento humano: el especialista en mezclas de color, muy trabajador, se siente frustrado por una función que consiste más en “apagar incendios” que en añadir valor y progresar en su carrera.
  • El inventario de un impresor de flexografía está repleto de pequeñas cantidades de tintas de colores directos devueltas por la máquina de impresión (“tintas de retorno”) tras la finalización de un trabajo. Se basan en recetas especiales, por lo que es muy difícil reutilizarlas en algo que no sea un trabajo repetido. Ocupan espacio, hacen que el inventario sea complicado de gestionar y a menudo se desperdician, lo que cuesta importantes sumas de dinero a lo largo del año.
  • Un operador depende de una hoja de cálculo de Excel para almacenar todas las recetas. Añadir nuevas recetas cada vez que un cliente lanza una nueva variación de marca es una tarea laboriosa.
  • Un impresor de decoración recicla sus tintas de retorno midiendo los valores L*a*b* de cada color con un espectrofotómetro y calculando qué tintas base frescas deben añadirse para alcanzar el color objetivo de un nuevo trabajo. Esto lleva mucho tiempo. Además, se pierden los datos de trazabilidad de los ingredientes base en el contenedor de tinta de retorno.

Cuantificar las métricas
Intente cuantificar su estado actual. Por ejemplo, ¿cuántas horas necesita su personal para preparar las tintas? ¿Cuántas correcciones de color tiene que hacer en la prensa? ¿Cuánto gasta en tintas nuevas y cuánta tinta se desperdicia?

Ya ha identificado los problemas y cuantificado los desperdicios asociados a su estado actual. A partir de esta base, puede empezar a imaginar su estado futuro: ¡obtenga más información sobre este paso aquí!

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